El matrimonio podía ser planificado por los padres de los novios o podía surgir a través de un cortejo. Una vez acordado el matrimonio, los padres del novio visitaban la casa de la novia con ofrendas de comida llamadas “medianos” y aguardiente. Si la familia de la novia aceptaba los regalos, comenzaba la planificación del matrimonio. Los padres del novio debían llevar, en total, 12 medianos. Completadas todas las ofrendas, se realizaba el rosario churashca, liderado por el alcalde de la parroquia, para consolidar el casamiento. Luego, los novios legalizaban la unión en el Registro Civil y después se realizaba la ceremonia religiosa. El matrimonio concluía con el ñawimayllay, en el que los novios realizaban un baño ritual. La ceremonia culminaba después de varios días de fiesta con comida y bebida.